¡Cuántos recuerdos de la facultad! Probando con latas de refresco, de zapatos, de galletas… una hecha con cartón pluma y papel maché fue mi mejor invento, tenía además ranuras en el interior para cambiar la distancia de foco, si es que cuando una se pone a pensar…
Luego hice otra con una lata de turrón (o de galletas danesas, la forma es la misma) la manera en que quedaba el papel hacía que se deformara la imagen y salían cosas interesantes.
Era muy simpático ver la cara de los viandantes cuando te veían concentrada en plena calle colocando una lata de turrón en vete tú a saber donde: un muro, un banco, una cabina, el techo de un coche… buscando ángulos. Me encanta. Es tan imprevisible, y a la vez complicada de controlar, ¿cuánto tiempo la dejo para que capte la imagen pero que no se pase de luz? Ensayo y error mis queridos lectores (y alumnos) la pregunta del millón. Hay que hacer varias pruebas e ir anotando: hora, lugar, tiempo de exposición y resultado. Sin medir no podemos corregir ni valorar los resultados.
En uno de mis paseos por la red me he encontré con este señor: Francesco Capponi. Se dedica a hacer cámaras estenopeicas de las más diversas formas, tamaños y materiales y me ha traído del recuerdo todos aquellos inventos de hace algunos años.

Si les pica la curiosidad y quieren hacer la suya, en la página hay unas plantillas para fabricar una, pero ya les digo que cualquier cosa que pueda atrapar luz les sirve.

La lista básica de la compra para hacer una cámara estenopeica es:
- algún recipiente que pueda contener un trozo de papel fotográfico. Cuyo interior deberemos pintar de negro mate para que no tenga reflejos.
- Hacer un agujero (estenopo) lo más finito posible y en el que no queden restos, que quede limpio, sin flecos ni trocitos.
- un cuarto oscuro en el que poder revelar el papel para confirmar nuestro resultado.
¿Te animas a hacer una?
Si no, haz un experimento sencillo. Oscureciendo una habitación lo máximo que puedas y dejando solo una rendija muy pequeña que deje entrar la luz de la calle, así convertirás tu cuarto en una «cámara oscura» algo similar a lo que pasa en el interior de una estenopeica.